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Alternativas al Adobe PhotoShop

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Introducción

Este artículo será largo y probablemente les resultará tedioso de leer a muchos, pero trata de un tema sobre el que quería escribir para compartir mi experiencia respecto del mismo y cuyo desarrollo me resultaría difícil condensar en unas pocas palabras.

Sin lugar a dudas, el Photoshop de Adobe (no el Elements) es un excelente programa para la edición de fotografías digitales y como suele decirse, fija el estándar respecto del cual siempre se mide al resto, pero no constituirá necesariamente la única o mejor alternativa para todo el mundo ni para todos los casos. Existen otros programas que por si mismos o utilizados en combinación con otros, se presentan como una alternativa interesante y más económica. Por supuesto, tengo conciencia que la opinión que estoy vertiendo y trataré de fundamentar bien puede generar controversia.

Por lo pronto (y lo mencionaré si bien pueda sonar como una perogrullada), el PhotoShop no resultará probablemente la más adecuada elección para quienes saquen ocasionalmente fotografías y no hayan o estén encarando a la fotografía con cierto grado de pasión y dedicación. Cuenta el PhotoShop con una importante cantidad de herramientas de edición y para retoque (muchas de las cuales el común de la gente no podrá siquiera terminar por distinguir para qué es que sirven ni sabrá ni le interesará utilizar), tal que lo hacen complicado de manejar para quienes no tengan algún conocimiento conceptual sobre el procesamiento de imágenes y no hayan dedicado cierto tiempo al aprendizaje del manejo específico de este programa. No creo que se justificaría que hicieran un esfuerzo para intentar dominarlo quienes solo pretendieran aplicar sencillos ajustes a sus fotos en formato jpg (que es el formato más usualmente usado para la visualización de imágenes y para el que cualquier cámara digital, desde las compactas a las profesionales, brindará salida). Hay muchos programas con los que se pueden hacer ajustes y correcciones sencillas de imágenes fotográficas de forma tan eficiente como se lo haría con el PhotoShop, pero de manera mucho más simple y amigable. Algunos de estos programas, como por ejemplo el Corel PaintShop Pro, son al mismo tiempo suficientemente aptos como para poder encarar también niveles de edición y retoque de imágenes mucho más sofisticados. Para muchos, en particular para los que sacan fotos solo ocasionalmente sin otro fin que guardar registro fotográfico de eventos familiares, situaciones vividas con amigos y/o de lugares visitados, incluso alcanzará y bastará para mejorar o corregir un poco sus imágenes, con recurrir a programas gratis como el Picasa o a otros un poco más sofisticados como por ejemplo el Zoner Photo Studio del cual hay una versión gratis (la versión Free).

Pero la cuestión a tratar en este artículo versa sobre las alternativas de programas disponibles para procesar y editar fotos ya con cierto viso de seriedad. Incluso un fotógrafo profesional, dependiendo de cual sea el tipo de fotos que haga y su flujo de trabajo, bien puede editar sus fotos y trabajar de manera efectiva con otros programas distintos a PhotoShop.

Con vistas a procurar simplificar los planteos que pueda hacer respecto de la utilidad y eficiencia de los programas cuyos nombres traeré a colación y para poder hacer comparativas, asumiré que deben permitir los programas en cuestión, un flujo de trabajo usual para un sinnúmero de fotógrafos aficionados entusiastas y profesionales que consiste en hacer -con la cámara que así lo permita- la toma en Raw (que no es la imagen en sí sino el archivo crudo con toda la data de la información captada por el sensor de la cámara, para cuya visualización como imagen en una pantalla se requiere de un programa o interfaz capaz de interpretar y traducir esa información que es propia de cada marca de cámara y muchas veces dependiente también del modelo específico), luego procesar / revelar ya en la computadora el archivo Raw y proceder a continuación y de resultar necesario a editar la imagen trabajando a 16 bits por canal (en referencia a los canales RGB por red/rojo, green/verde y blue/azul con cuya combinación se pueden formar los demás colores) antes de convertir al más difundido y liviano formato jpg de 8 bits por canal. Este flujo de trabajo es el que permite obtener, aprovechar y explotar el máximo de información y profundidad de color de la que se pueda disponer para trabajar una fotografía digital en cada etapa de su procesamiento y es el más demandante en términos de requerimientos y capacidades de los programas que se utilicen. Como el que puede lo más puede lo menos, los programas en los que me concentraré que permiten editar imágenes de hasta 16 bits por canal (48 en total), pueden obviamente manejar imágenes de 8 bits por canal (24 en total) como resultaría si se trabajara directamente con archivos jpg, que no deja de ser, en particular por ser más rápido e inmediato, un flujo de trabajo esporádico para muchos fotógrafos pero también el usual para otros cuya línea de trabajo requiera por ejemplo del envío electrónico inmediato de las tomas digitales obtenidas.


El flujo de trabajo arriba mencionado (revelado de archivo Raw > edición de la imagen trabajando a 16 bits por canal > conversión a jpg) bien puede ser encarado utilizando un único programa que así lo permita o recurriendo a más de un programa. Algunos opinan que constituye una ventaja el que todas las operaciones puedan ser encaradas con el mismo programa pero en lo personal, no veo la diferencia práctica entre enviar a abrir el producido del revelado del archivo Raw que se hubiera hecho, con el sub-programa, módulo o parte del mismo programa con que luego se pueda encarar otro tipo de ediciones y retoques que no es posible aplicar a los Raw, que en cambio guardar como tiff de 16 bits por canal (por ejemplo) el revelado del raw que se hubiera hecho utilizando un determinado programa, para poder abrirlo de inmediato con otro para continuar con la edición. Por supuesto, no veo la diferencia en tanto no se pretendiera dejar abierta la opción de poder volver a ajustar el revelado Raw al tiempo que se edita, como únicamente lo permite el PhotoShop cuando se abre como un “objeto inteligente” dentro del mismo el producido del revelado del Raw que se hubiera hecho con CameraRaw (el programa o sub-programa para revelar Raw que usa asociado al mismo, el PhotoShop).

En mi opinión, ningún programa es el mejor para todo el abanico de las prestaciones que ofrece ni hace necesariamente absolutamente todo de manera excelsa (no siendo el PhotoShop una excepción) así que perfectamente puede utilizarse para cada cosa que se haga, el programa o aplicación que mejor nos resulte. Bien puede utilizarse un programa para revelar Raw, otro para editar imágenes, plug-ins (complementos) o aplicaciones standalone que nos simplifiquen el trabajo para ajustes o correcciones específicas a aplicar a una determinada imagen y si bien no indispensable para todos, un buen programa para visualizar, gestionar y catalogar imágenes, también puede estar por separado. Nada impide y las computadoras de hoy día lo permiten, tener más de un programa abierto al mismo tiempo para poder interactuar en simultáneo con todos ellos.

Concentrémosnos entonces a continuación en las alternativas (algunas de las alternativas) disponibles, al menos para usuarios del sistema operativo Windows (Widows 7 para 32 bits en mi caso).

No daré una exhaustiva explicación sobre el funcionamiento de ninguno de los programas a los que me referiré (PhotoShop, Elements, DxO Optics Pro, Image Data Converter para los usuarios de las cámaras Sony, Corel AfterShot Pro, Corel PaintShop Pro, Serif PhotoPlus, Sagelight Image Editor y ACDSee Pro, entre otros) y me limitaré a marcar algunas de las virtudes comparativas de los programas y fundamentalmente, a mencionar cuales estimo pueden ser sus desventajas o falencias, ya que quien pueda luego tener un interés particular en alguno de ellos perfectamente puede bajar y probar sus demos o trials y/o recurrir a la gran cantidad de reportes y reviews que sobre los mismos pueden encontrarse en la web. En lo que a esto último respecta, recomiendo prestar mayor atención a los review que hubieran sido escritos por fotógrafos que hayan utilizado los programas y no a las opiniones de los especialistas en sistemas o críticos de software en general. He leído muchos reviews de algunos de los últimos en que se concentraban más en evaluar cosas tales como la facilidad que podía o no brindar un programa para subir fotos a las redes sociales, para aplicar llamativos efectos especiales (como ser tramas, ondas, relieve y por el estilo), para usar la herramienta de “tubo” o como fuera que la llamare el programa de que se tratara (para incrustar en la imagen dibujos de mariposas, pájaros, flores o lo que fuera), para confeccionar tarjetas del tipo de las que se mandan a los amigos para saludarlos por su cumpleaños o para las fiestas de fin de año, etc..., en lugar de concentrarse en evaluar en más profundidad las capacidades de un programa para la edición y manipulación de imágenes atendiendo a los requerimientos para el mismo que más usual o específicamente suele necesitar quien sea fotógrafo (incluyendo el aficionado que se toma a la fotografía en serio), sean satisfechos.


PhotoShop y Elements

PhotoShop

Mis comentarios sobre el PhotoShop estarán basados en mi experiencia con el uso de hasta la versión CS5 ya que no he tenido oportunidad de probar la versión CS6 ni el actual Photoshop CC (CC por: Creative Cloud).

Como es sabido, se trata de un excelente y eficiente programa para la edición de imágenes que incluye la opción para el revelado de los Raw mediante el CameraRaw y también un administrador de imágenes, el Bridge.

El CameraRaw requiere del Adobe PhotoShop para poder funcionar. Es muy bueno, bastante intuitivo y es fácil de usar, en particular si uno sigue para el revelado de los Raw una determinada secuencia de operaciones / intervenciones atendiendo a un orden lógico que permita una sistematización del proceso de optimización de las imágenes.


El PhotoShop (no ya el CameraRaw) permite hacer algunas cosas que otros programas de edición de imágenes no, que si bien útiles, podrán o no considerarse indispensables según sea o convenga al flujo de trabajo de cada fotógrafo en particular. Por ejemplo, es el único que yo sepa que, entre otras cosas, permite volver sobre el revelado del Raw para ajustarlo al tiempo que se edita si se lo carga y manipula como un “objeto inteligente”, que permite trabajar con algunos plug-in como si fueran filtros inteligentes (se pueden volver a abrir para rehacer o reacomodar ajustes previos que se hubieran aplicado con los mismos) asociados a una determinada capa (layer) y que funciona obviamente con todos los plug-ins desarrollados específicamente para ese programa (otros programas de edición de imágenes resultan compatibles con solo algunos o en casos con ningún plug-in para PhotoShop).


El PhotoShop maneja y permite asignar perfiles de color incluso personalizados de manera muy eficiente, siendo que esto último podrá ser relevante para algunos, pero no necesariamente para todos. No es éste el único programa para edición de imágenes que permite definir los perfiles de color a utilizar, pero están aquellos otros programas que pueden ser un poco más limitados en lo que respecta a las opciones que brindan, si bien suficientes para muchos. El Elements (también de Adobe) sobre el que comentaré más adelante, se ve por ejemplo muchísimo más acotado en lo que a este tema respecta no solo en comparación con el PhotoShop, sino también con otros varios programas de edición de imágenes sobre los que también comentaré. El Photoshop es muy eficiente (probablemente el más eficiente) también para hacer emulaciones de cómo es que se verían los colores de una imagen impresa con un dispositivo para el que contáramos con su correspondiente perfil de color ICC instalado.


PhotoShop es altamente eficiente en lo que concierne a la utilización de los recursos de la computadora. Con otros programas de edición de imágenes con los que también se puede trabajar con capas (layers) puede darse el caso que llegue el momento en que el proceso de edición se vuelva lento si se trabajara con archivos pesados (de muchos Mb) y se hubieran ejecutado gran cantidad de acciones y creado muchas / demasiadas capas e incluso puede terminar uno viéndose forzado a fundirlas o a grabar lo hecho hasta el momento (por ejemplo como tiff de 16 bits por canal) para luego usar ese archivo para poder reanudar el trabajo. Que esto pueda ocurrir podrá depender de la modalidad de trabajo de cada uno y/o de la potencia de la computadora que se tenga y el que podamos o no tolerar que nos pudiera suceder y debamos sortear el problema de alguna de las maneras mencionadas, dependerá de las necesidades particulares y preferencias personales de cada quien.

Pero también presenta el PhotoShop desventajas. Ya se mencionó que es un programa complejo cuyo aprendizaje requiere de dedicación y tiempo y opino que su interfaz gráfica (GUI) resulta poco intuitiva. No pareciera tampoco que Adobe se esforzara demasiado en brindar e ir incorporando a su programa de manera espontánea (como parecieran en cambio querer hacerlo con mayor ahínco muchos de los desarrolladores de los programas de la competencia a quienes Adobe muchas veces termina viéndose obligado a imitar) herramientas para la edición de imágenes, que simplifiquen y aúnen determinadas operaciones que usual o rutinariamente encara el fotógrafo promedio, como alternativa a tener que hacerlas aplicando una más compleja y larga secuencias de operaciones (independientemente de que pueda uno dejar grabadas para disparar las propias secuencias macro que uno quiera crear). Por ejemplo, ya el Corel PaintShop x4 tenía la ingeniosa y cómoda opción de poder tildar un casillero para que la Mascara de Desenfoque (que se usa para incrementar la nitidez de las imágenes) sea aplicada sobre “sólo luminancia”, así como una herramienta para poder aplicar directamente un “enfoque de paso alto”. El PhotoShop tampoco hace necesariamente todo de la mejor manera posible. Así por ejemplo, cuenta como su mejor método de interpolación para el resampleo de imágenes con el sistema bicúbico mientras que otros programas ofrecen adicionalmente sistemas como el Lanczos y algunos además también el Spline entre otros, la eliminación del ruido la harán más eficientemente otros programas o plug-ins especialmente diseñados al efecto, me resulta mucho más versátil y poderosa la herramienta para una “deformación de malla” (o “Mesh Warp Tool”) que brinda el programa para edición de imágenes Serif PhotoPlus, la herramienta “Vibrancy” o “Dinamismo” para saturar los colores menos saturados al tiempo que se protegen los de las pieles no es la mejor que haya yo visto (me gustan mucho más los resultados que se obtienen con la herramienta de Sagelight Image Editor, ACDSee Pro o incluso Serif PhotoPlus) y podría seguir dando ejemplos. Tampoco son las más eficientes que haya visto las funciones para armar / ensamblar Panorámicas (hay incluso programas gratis como el Hugin con el que en muchos casos se pueden lograr mejores resultados) ni necesariamente las que tiene para hacer HDR (para cuya finalidad hay programas específicos para el tema que lo hacen muy bien).

Pero la mayor desventaja del PhotoShop, que antes la constituía su exorbitante precio, es hoy el que no terminará uno jamás de pagarlo en tanto lo quiera seguir usando ya que Adobe ha implementado ahora un sistema por el cual se debe abonar todos los meses una tarifa por el alquiler del uso del programa. Si bien a muchos pueda ser que les parezca cómodo o funcional este sistema, termina resultando ridículamente más caro el producto que los programas de la competencia e incluso más que lo que saldría  armar algún combo de programas sumando, para hacerlos trabajar en conjunto, varios que hicieran cada uno individualmente la parte del flujo de trabajo que mejor saben y pueden hacer. Agravando el panorama en lo que a las políticas de comercialización de Adobe respecta, cabe considerar que en países como Argentina, los precios de sus productos (al menos es seguro así para los que pueden ser comprados y no necesariamente alquilados, como por ejemplo Elements y el Lightroom vaya a saber uno por cuanto más tiempo) tienen que ser calculados multiplicando por dos o más a los que figuran en su página web, debido a que siendo uno de los lugares que se encuentra en el amplio y antipático listado de aquellos a cuyos habitantes Adobe no vende sus productos directamente ni por terceros por vía de internet (listado éste que incluye a muchos otros países de Latino América), cabe recurrir si se los quisiera comprar (tal como se lo instruye en el sitio web de Adobe) a los representantes oficiales de esa firma en el país, representantes éstos que suman desmesurados recargos a los teóricos precios de lista (a los precios que figuran en internet) por no más que facilitar el numero / código para habilitar el/los programa/s que de todas formas habrá que bajar del sitio web oficial de Adobe. Esta complicación para una posible compra y discriminación para aplicar sobreprecios según a que lugar o región del mundo se pertenezca, no se la padece con ningún otro de los desarrolladores de los programas que mencionaré, que no sean Adobe.

No resulta absolutamente indispensable estar actualizando de continuo un programa para la edición de imágenes toda y cada vez que sus desarrolladores lancen al mercado una nueva versión del mismo (perfectamente se puede incluso editar imágenes tiff de 16 bits con versiones más antiguas de PhotoShop que las últimas). En cambio sí será fundamental actualizar el programa que se use para revelar Raw si es que vamos a querer también poder revelar y trabajar los Raw de la última cámara digital que hayamos comprado o estemos por adquirir, pero son varios los buenos programas para revelar archivos Raw que es posible comprar a un precio que terminará resultando al final mucho más bajo que el de la inversión que se hace necesaria para tener el privilegio de usar el PhotoShop y a estos otros programas se los suele poder actualizar (hacer un update) abonando en casos incluso menos de la mitad del precio correspondiente a la compra inicial / original de la licencia para
su uso. Esto último, salvo que al tiempo que uno contara con un programa revelador de Raw que también pudiera abrir archivos DNG genéricos (por Digital Negative, que es un formato de tipo Raw pero abierto y más universal que desarrollara Adobe) y aunque no sea exactamente lo mismo, se conformara con trabajar con las conversiones que a este formato hiciera de sus archivos Raw usando la última versión que hubiera disponible del “Adobe DNG Converter”, que es una utilidad que se puede bajar gratuitamente del sitio web de Adobe.



Elements
Tengo el Elements 7 y el 9 pero tomando en cuenta los listados en los que se mencionan las mejoras introducidas para las versiones primero 10 y luego 11 e incluso la más reciente 12, no pareciera que hubiera Adobe agregado al Elements modificaciones que mejoren o corrijan las limitaciones que marcaré tiene el mismo.

Con el Elements se puede utilizar una versión acotada del CameraRaw. Si bien es limitada la cantidad de herramientas de que dispone, trabaja bien para hacer correcciones y ajustes básicos a los Raw. La última versión actualizada del CameraRaw para Elements requerirá que se cuente con la última versión del Elements.

Pero el Elements es por demás limitado para trabajar con archivos de 16 bits por canal. Con éstos, no se pueden crear capas / layers y queda reducida a una mínima expresión la cantidad de herramientas de edición de que dispone el programa que se pueden utilizar.

Si bien son más las herramientas con que se cuenta para trabajar con archivos de 8 bits por canal, no resultan tampoco éstas suficientes para poder encarar un nivel de edición sofisticado. Por ejemplo, el Elements no permite operar con ni ver los canales R, G y/o B y si bien cuenta con una herramienta que se llama Ajuste de Curvas de Color, no permite el programa trabajar directamente sobre la curva RGB ni editar las curvas para los canales R, G o B de manera independiente como lo admiten otros programas de edición de imágenes. Tiene además un pobre sistema para corregir las variaciones de tonalidad de color.

 

La interfase (GUI) del Elements es distinta que la del Photoshop. Pretende ser más amigable. Se la ha pensado para servir a los usuarios con un más limitado conocimiento de los procesos y herramientas para la edición de imágenes, lo que no deja de ser lógico. No obstante, según mi opinión, el cometido no ha sido acabadamente logrado. Por ejemplo, no me parece bueno el Organizador (el sistema para visualizar y gestionar las fotos) que ofrece el programa, cuyo funcionamiento opino resulta un tanto confuso y engorroso.

Según mi parecer, el Elements no es una opción que termine por valer la pena tener en cuenta. Existen otros programas de edición de imágenes que por el mismo precio o incluso por menos, ofrecen mucha más capacidad y poder de edición. El día en que alguna futura versión del Elements permita trabajar con archivos de 16 bits por canal de igual forma que con los de 8 bits por canal, quizás podré entonces revisar y replantear mi opinión actual.


Los programas especializados en revelar Raw

Tanto el Elements como los demás programas para editar imágenes sobre los que comentaré más adelante, tienen la capacidad de abrir y revelar archivos Raw, algunos más eficientemente que otros. Pero los programas diseñados especialmente para revelar Raw, con la mira puesta fundamentalmente en eso, suelen resultar para esta tarea mucho más eficaces que los primeros. Por lo pronto, cuentan con muchas más herramientas y por la especificidad de su naturaleza, sus desarrolladores han de asegurarse que se mantenga actualizada la lista de las nuevas variantes de Raw para las nuevas cámaras que se vayan lanzando al mercado que deben poder abrir y revelar / editar dichos programas.

 


Image Data Converter
Image Data Converter es el programa que distribuye gratuitamente Sony para que se puedan revelar sus archivos Raw. La versión 3 de este programa aplicaba de forma automática un proceso para dar mayor definición a las imágenes que generaba en casos esas desagradables líneas o halos negros o blancos (según sea el caso) que se forman en los contornos contrastados de los objetos destacados en una imagen cuando se exagera y hace inapropiadamente el “sharpening” de una foto. Este problema fue corregido en la versión 4. El Image Data Converter hace por sí solo y salvo que se le indique no hacerlo de manera automática y se prefiera ajustar los parámetros manualmente, una buena y sutil optimización y ajuste del rango dinámico para las imágenes que procesa. Permite además hacer y manipular todo el espectro de las correcciones básicas que cabe puedan hacerse a los Raw.


Un programa como el Image Data Converter nos puede ayudar a ilustrar porqué es que tiene tanto más sentido sacar las fotos en Raw que dejar que la conversión a jpg la haga la cámara. El programa abrirá el Raw en principio mostrando una imagen que se verá igual que como hubiera resultado el jpg directo de la cámara en función de como se la hubiera configurado (“seteado”) y así se podría guardar la imagen convertida a Tiff de 16 bits por canal para seguir editando luego o a jpg. Pero como el Raw es el archivo crudo que todavía conserva toda la información de la toma, además de las típicas correcciones que se pueden hacer (siendo las que refieren a la exposición y al balance de blancos las más básicas pero a su vez las más relevantes), es dable con este programa definir las variables de configuración para la conversión a jpg que podrían haberse “seteado” en la cámara, pero no antes sino después de haberse sacado la foto, ya que el Image Data Converter nos presenta las mismas variables / opciones de configuración que utilizan las Sony, incluyendo la posibilidad de optar por cualquiera de los distintos “Estilos Creativos”.

Para casos como el de la Sony RX100, una cámara compacta de Sony que permite sacar en Raw, el programa hace y aplica automáticamente la corrección de las distorsiones ópticas que presenta el objetivo para algunas de las distancias focales cuyo rango cubre su zoom no intercambiable.


DxO Optics Pro 9
El DxO Optics Pro es un excelente programa para revelar Raw y el que uso más asiduamente desde que lo compré. Es además el campeón para la corrección automática de las distorsiones ópticas que puedan ser producidas por distintos objetivos, a cuyos efectos tiene en cuenta no solo cuáles sean éstos, sino también a los sensores de las cámaras con las que se los utilizó. También corrige automáticamente las aberraciones cromáticas. De manera manual el programa permite además corregir perspectivas así como las deformaciones típicas que afectan a los objetos ubicados en los extremos de las imágenes tomadas con ciertos granangulares.

No es necesariamente el programa para revelar Raw más fácil de manejar, siendo que para entender como funcionan herramientas como por ejemplo “DxO Smart Lighting” se requiere de cierta experimentación. Conviene además leer el manual y los explicativos que se ofrecen en el sitio web de DxO ya que algunas no trabajan necesariamente como uno se lo podría haber imaginado en función de su nombre. Por ejemplo, “Vibrancy” no actúa sobre los colores menos saturados de la forma en que suelen hacerlo las herramientas con la misma designación que incluyen hoy la mayoría de los programas de edición de fotos y resalta (satura) por sobre todo los azules.


La mejor manera de manejarse / trabajar con este programa (y así lo sugiere su manual), es probar los distintos “presets” (ajustes automáticos predefinidos) que ofrece el mismo para que así, una una vez elegido el que mejor sirva a la imagen que estemos revelando, se pueda continuar interviniendo la misma más acabadamente de hacer falta, a cuyos efectos se podrá hacer uso de las múltiples y eficientes herramientas de ajuste / edición de que se dispone. Establecida una determinada configuración para los parámetros de edición, se puede ésta copiar y aplicar a otros Raw toda vez que se quiera trabajar con lotes de archivos.

Incurriría en un error quien pudiera pretender evaluar la performance de este programa teniendo simplemente en cuenta como se ve en primera instancia una imagen al abrirla, independientemente de cuál fuera el “preset” que pudiéramos establecer como nuestro “default” (opción por defecto) inicial personalizado (en mi caso, rara vez comienzo a hacer ajustes a las imágenes a partir del “Default” sugerido por DxO el cual por ejemplo no funciona bien con los retratos y suelo preferir otros “presets”), pues nos perderíamos de poder apreciar lo potente que puede resultar este programa cuando nos tomamos el trabajo de aprender y experimentar como es que puede sacársele el mejor provecho.

Una limitación de este programa respecto de algunos otros pocos, es que no se puede con él (no al menos hasta su actual versión 9) crear y utilizar máscaras y filtros en gradiente (filtros degradados). No cuenta con estas herramientas.

El DxO Optics Pro 9 no permite cargar archivos DNG (que ya mencioné es un formato de tipo Raw pero abierto que desarrollara Adobe y en cuya metadata quedan registradas las modificaciones / correcciones que se hubieran aplicado al original crudo) genéricos aunque sí los DNG a los que dan salida algunas cámaras fotográficas, pero permite guardar los archivos en formato DNG. Así se abre la posibilidad a quienes prefieran este flujo de trabajo, que luego de revelados los Raw y que se los hubiera guardado como DNG, se los pueda posteriormente seguir puliendo con algún otro revelador de Raw que permita abrir DNG (como por ejemplo el ACDSee Pro sobre el que comentaré más adelante) que posea diferentes capacidades / habilidades que el DxO que se pudieran querer aprovechar o explotar (por ejemplo, que incluya la posibilidad de utilizar máscaras y filtros en gradiente mientras se trabaja con archivos DNG). No obstante, cabe destacar que la imagen de un archivo grabada como DNG no se verá exactamente igual que como cuando se la hubiera grabado como Tiff.

El DxO Optics Pro 9 viene en dos versiones, la “Standard” para cámaras con sensores de tamaño hasta el de los APS-C y la “Elite”, a casi el doble de precio que la primera, para cámaras con sensores fullframe o más grandes.

La versión 9 del DxO Optics Pro agregó una función “Prime” para la reducción del ruido con la que no contaban las versiones anteriores del programa, que si bien se toma más tiempo para luego procesar las imágenes que el tiempo imperceptible que insume la función de reducción de ruido estándar con que sigue viniendo el programa (se puede optar cuál aplicar, si alguna), es muy eficiente.

DxO Image Science vende por separado el DxO FilmPack un programa que, funcionando dentro del DxO Optics Pro como plugin o por fuera como standalone para la edición de archivos tiff o jpg, permite emular los colores y tonalidades y/o el grano de las películas fotográficas que antecedieron a la fotografía digital y más. Se vende en dos versiones, la “Essential” y la “Expert” o "Elite" que brinda acceso a una mayor cantidad de opciones de películas que la primera y control para incidir sobre el como y la intensidad con que serán afectados los distintos componentes de color de una imagen, para su conversión a Blanco y Negro.


Corel AfterShot Pro
El AfterShot Pro (en su primera versión) es una adaptación remozada por Corel del que fuera el Bibble 5 cuyo desarrollo y derechos compró. Las opiniones sobre este programa que pueden encontrarse en la web (los review) son variadas y disímiles. Una de las cosas que resulta atractiva de este programa es la cantidad de plugins (específicos para este programa) cuya posibilidad de utilización como herramientas de edición lo caracterizan. Muchos de estos plugins se pueden bajar de la red en forma gratuita. No me he adaptado a este programa y lo he usado muy poco y hoy ni recurro a él, pero no lo descartaría como opción o alternativa a otros ya que este programa no es malo y se vende a un precio muy accesible.

SONY DSC
El AfterShot Pro posibilitaba la corrección automática de las deformaciones ópticas que puedieran sufrir distintos objetivos, pero si bien otrora se procuraba mantener actualizada la base de datos con la información necesaria para que el programa pudiera hacerlo y se venían agregando nuevos objetivos al listado, parece que Corel ha decidido no seguir brindando este servicio, lo que considero una pena. El seteo para la automatización puede hacerse en forma manual ingresando uno mismo la información necesaria a la base de datos correspondiente, pero se trata de un mecanismo engorroso y complicado toda vez que es uno el que tiene que ingeniárselas y ocuparse de establecer la debida calibración para las correcciones a aplicar. Considero que los programas debieran servir como herramientas para facilitarnos la vida y el trabajo en lugar de forzarnos a tener que estar trabajando nosotros para poder hacerlos funcionar como se supone debieran.

Puede uno de todas formas arreglárselas con los programas que no cuentan con sistemas automáticos de corrección de las deformaciones ópticas que pudieran sufrir distintos objetivos. Hay objetivos (lentes) que no producen distorsiones ópticas o hacen que resulten éstas despreciables, en cuyos casos no será importante que el programa para revelar Raw que se utilice (al menos con las imágenes que se saquen con esos objetivos) aplique correcciones de manera automática, en particular si tiene el programa alguna otra cualidad que lo distinga y haga que valga la pena el que se lo utilice (como podría ser el que dispusiera de un muy buen manejo del color). Cuando se trate de imágenes sacadas con objetivos que producen distorsiones leves, podrán ser éstas corregidas en forma manual, aunque ello será más complicado de hacer cuando se hubieran obtenido dichas imágenes con objetivos zoom con un rango de distancias focales variables para cada una de las cuales variará la característica y grado de la deformación / distorsión y/o cuando no incluyeran las imágenes elementos lineales en sus bordes para poder usarlos como referencia. También podrán ser corregidas en post-producción (ya convertidos los archivos a un formato como el tiff) en forma automática con programas como por ejemplo el PTLens. Para el caso de las imágenes obtenidas con objetivos que producen distorsiones ópticas complejas (por ejemplo de tipo “bigote”), nada mejor que contar con un programa que tenga la habilidad de corregirlas desde el vamos y de manera automática. Estas que mencioné no dejan de ser algunas de las razones por las que prefiero y en general opto por revelar mis Raw con el DxO Optics Pro sobre el que ya me refiriera, en particular cuando las fotos fueron sacadas con zoom. Cuando las fotos las hubiera sacado con algún objetivo de distancia focal fija (prime) que no produzca deformaciones o cuando estas sean mínimas, es en general cuando me atrevo a tomarme según sea el caso, la libertad de utilizar algún otro programa (que como dijera, hoy por hoy no suele ser el AfterShot Pro pero bien podría ser el ACDSee Pro).


ACDSee Pro
ACDSee nació hace ya muchos años (así lo recuerdo al menos) como un excelente programa para ordenar y visualizar imágenes. Al mismo luego se le fueron incorporando funciones y capacidades. Hoy, su versión Pro, tiene una pestaña (primer pestaña de izquierda a derecha) con la que se accede a la parte del programa que permite ordenar, catalogar, buscar y geoetiquetar (georeferenciar) las imágenes que se tengan guardadas, lo que hace de manera muy eficiente sino de la más eficiente de que se pueda disponer. La siguiente pestaña de izquierda a derecha es para la visualización de las imágenes. La que le sigue (“Develop”) es para el revelado o procesamiento de archivos Raw o bien para el ajuste no destructivo de los tiff o incluso jpg que también puede hacerse aquí aunque de manera más limitada en términos de capacidad de edición propiamente dicha que lo que permite hacer el programa en la parte que dedica más específicamente a la edición de tales archivos tiff (de 8 o 16 bits por canal) o jpg, función ésta última a la que se accede a través de la pestaña de “Edit” que sigue a la ya mencionada “Develop”.

En este artículo he incluido al ACDSee en su versión 7 Pro entre los programas más específicamente dedicados al revelado de archivos Raw porque creo que es algo que hace bien si no se pretende del mismo que se ocupe de hacer una corrección automática de las deformaciones ópticas que pudieran sufrir los objetivos (pues no la ofrece). Permite el programa un buen manejo y manipulación de los colores de las imágenes, permite cargar archivos DNG genéricos, permite con éstos y con los Raw crear y trabajar con máscaras y filtros en gradiente radial y lineal (aunque hasta la última versión del programa, el gradiente lineal en muchos casos no termina por fundirse con suficiente suavidad contra el fondo sobre el que se lo aplica) y es muy eficiente y cómodo para transferir parámetros de corrección seleccionables de unas a otras imágenes cuando se trabaja con lotes de imágenes, entre muchas cualidades que posee.


La parte del programa dedicada supuestamente a la “edición” de imágenes, si bien buena según mi opinión en particular en lo que concierne al manejo y manipulación de los colores de las imágenes, posee funciones y capacidades más acorde a lo que considero sería un “ajuste” de las mismas (no su “edición” o para aplicar retoques). No brinda por ejemplo el programa la capacidad de trabajar con los tiff o jpg con capas (layers); no permite usar plugins (complementos) para PhotoShop de la forma en que lo admiten otros programas de edición de imágenes; si bien permite modificar “curvas” para los canales R,G y/o B indistintamente, no admite aplicar otro tipo de ediciones a la imagen original por algunos de esos canales (haciendo imposible entonces por ejemplo aplicar un sharpening únicamente al canal Rojo, entre otras limitaciones) y es muy limitada en sus capacidades la herramienta de clonación. Pero como dijera, es eficiente, cómodo y muy intuitivo para todo lo que pueda involucrar un acabado “ajuste” de las imágenes.

 

Raw Therapee

Menciono al Raw Therapee porque suele tener buenos review y se trata de un programa gratuito. En lo personal, a mí me da la impresión que se altera de manera visiblemente drástica la saturación de los colores cuando se corre / modifica el valor de la exposición, lo que si bien puede ser luego compensado, no me resulta lógico ni cómodo tener que hacer. Esto así al menos con hasta la última versión reconocida / declarada como "estable" a la fecha de publicación del presente artículo. No obstante, quien pueda estar interesado en el Raw Therapee podrá bajarlo por internet y probar por sí mismo si le parece lo mismo que a mí o en cambio le gusta y satisface este programa.


Capture One Pro
El Capture One es un conversor de Raw de nivel profesional. Muchos dicen que es el preferido por una importante cantidad de profesionales que se dedican más que todo a la fotografía en estudio y tiene fama de hacer un muy buen manejo del color. Lo he estado probando pero no llegué a familiarizarme con él lo suficiente como para poder escribir una crítica fundamentada destacando sus mayores virtudes y posibles falencias.

No me resulta cómodo de éste programa el que para poder trabajar con un archivo haya que crear una biblioteca dentro del mismo que incluya al/los archivo/s antes de poder abrirlo/s, pues prefiero poder acceder a las imágenes de forma más directa navegando por los directorios y subdirectorios vía alguna suerte de browser para luego poder sencillamente abrir el archivo que quisiera mediante un simple doble click con el botón izquierdo del ratón, pero creo que es una incomodidad con la que puedo / se puede vivir.


Hasta la versión 6 del programa se lo podía utilizar en sistemas operativos para 32 bits, pero a partir de la versión 7, únicamente con un sistema de 64 bits. Se trata de un programa bastante demandante en término de recursos de la PC que utiliza.

Es un programa caro si se compara su precio con el de otros programas con los que compite. Hay una versión “Express” mucho más barata y accesible (se la ofrece a la fecha en que escribo este artículo a una tercera parte del valor de la versión Pro), pero obviamente es mucho más limitada (a tal punto que considero que no termina resultando económica).


Lightroom de Adobe
No pongo en duda que se trata de un excelente revelador / conversor de Raw ya que no obstante que no lo tengo ni he probado, tengo suficientes muy buenas referencias del mismo. Se trata de un programa muy popular entre cantidad de fotógrafos que no hacen más que ponderarlo. Además, entiendo que utilizaría el mismo motor para el procesamiento de los archivos Raw que el Camera Raw (el revelador de Raw asociado al PhotoShop propiamente dicho) y a éste último sí lo he usado y me consta que es eficiente y eficaz.

Lightroom es uno de los programas reveladores de Raw que también permite trabajar con máscaras y filtros de gradiente.

No deja de constituir entonces el Lightroom (en tanto pueda seguirse adquiriendo la licencia para su uso sin tener que necesariamente suscribirse uno al sistema Creative Cloud de Adobe en cuyo caso pasaría a transformarse en un programa de alquiler por demás caro) una opción con la que uno podría contar para el armado de un combo de programas que incluyera a éste para revelar los Raw y a otro programa distinto (quizás alguno de los que mencionaré a continuación) para “editar” los archivos tiff o jpg a que fueran convertidos los Raw originales.

Pero si bien el precio publicitado en el sitio de Adobe para éste programa parece comparativamente razonable en relación a la calidad y utilidad del producto que se está ofreciendo, debemos recordar (ya lo había yo mencionado) que no será el que terminaremos pagando los habitantes de países como la Argentina, que habremos de recurrir a los representantes oficiales de esa firma en el país toda vez que queramos comprarlo (porque Adobe no nos lo vende vía internet) para terminar abonando una cifra mucho mayor (en moneda estadounidense) de lo que se supone que sale el programa, que pasa a convertirse entonces y así en un producto demasiado caro.


Otros programas para revelar Raw
Existen otros programas específicos para revelar Raw además de los que mencioné. Por ejemplo la firma PictureCode, que desarrollara el Noise Ninja (un eficiente programa exclusivamente dedicado a eliminar “ruido” que fue discontinuado por la empresa), ahora tiene a la venta el Photo Ninja (un revelador de Raw) y está el Aperture para los usuarios de Apple y el LightZone para Linux, Widows o Mac (que es gratis y de código abierto), independientemente de los programas que los fabricantes de distintas cámaras fotográficas proveen para el revelado de sus propios Raw (como sería el caso del Image Data Converter para las Sony), pero como no los tengo ni he probado, no cabe que comente sobre ellos.


Los Programas para editar y retocar imágenes

Si bien hay varios programas para manipular, editar y retocar imágenes que tienen muy buenos sistemas de ayuda, manuales e instructivos (siendo el Serif PhotoPlus según mi opinión uno de los que mejor sistema de ayuda brindan, aunque todo el material está en Inglés), es mucha más la bibliografía y artículos que se pueden encontrar sobre los mecanismos y métodos de edición con PhotoShop (tanto en Castellano como en idioma Inglés). Incluso hay muchos libros dedicados a instruir como sacar fotos o algún tipo en particular de fotos que dedican al menos uno o dos capítulos a enseñar procedimientos para aplicar en PhotShop. Se suele en éstos dar incluso cuenta de como aplicar algún proceso o efecto relatando e ilustrando paso a paso el procedimiento que al efecto habrá de seguirse con PhotoShop y de cuáles atajos de teclado se pueden usar para disparar comandos, pero no es usual que se explique qué es lo que en el fondo se está haciendo ni para qué ni el porqué de cada una de las operaciones que pueda incluir ese determinado procedimiento ni la razón del orden secuencial en que se sucedieran dichas operaciones, siendo que no todos los programas para edición de imágenes hacen las mismas cosas o permiten arribar a equivalentes o similares resultados, necesariamente de igual manera.

El PhotoShop es un programa muy completo para editar imágenes, pero esto no quiere decir que la mayoría de las cosas que se pueden hacer con él, no puedan también lograrse con otros programas, aunque no necesariamente acatando de manera exactamente igual las instrucciones que para poder llevar a cabo esos procedimientos habría que seguir si se estuviera usando el PhotoShop. Ello, independientemente de que están los casos en que es posible arribar a ciertos resultados equivalentes de más de una forma así que si no de una determinada manera, se podrán obtener de otra. Creo que para poder llegar a dominar y poder sacarles el mejor provecho a otros programas de edición de imágenes que no sean PhotoShop, podría no alcanzar con leer solo los manuales de los mismos, sino también habría que no desaprovechar los muchos instructivos para editar específicamente en PhotoShop que hay disponibles, pero tratando al leerlos de analizar para qué, porqué y qué es lo que estará ocurriendo con la imagen cuando hagamos esas ciertas operaciones de edición, a fin de poder luego procurar extrapolarlas. Muchas veces no será aplicable el procedimiento en cuestión en otros programas que no sean PhotoShop si nos limitamos simplemente a tratar de repetir sin más la secuencia de comandos para este último que hayamos extraído de algún libro o artículo, pero sí es probable que en muchos casos podremos obtener el resultado deseado (un resultado equivalente o similar) si nos ponemos como meta dilucidar y encontrar cuales adaptaciones podría caber introducir al procedimiento y nos damos la oportunidad de probar y experimentar.

Comentaré ahora sobre algunos de esos otros programas que son los que opino serían hoy por hoy los más recomendables.

 


Corel PaintShop Pro X6
Corel Corporation absorvió en el año 2004 a Jasc Software Inc. que originalmente desarrollara el PaintShop Pro y a partir de ahí lo siguió puliendo y actualizando. Según mi opinión, este es el programa de edición de imágenes que tiene la interfaz gráfica de usuario (GUI) más amigable e intuitiva. Quienes hayan trabajado primero con el PhotoShop podrán eventualmente verse un poco perdidos al principio, pero una vez que hayan comenzado a utilizarlo creo que terminarán acordando conmigo en que la distribución de los menús y sub-menús para acceder a las distintas funciones termina siendo más lógica, al menos desde el punto de vista de quien lo ha de utilizar para editar fotografías.

Una primera pestaña de izquierda a derecha y arriba de la ventana en que se abre el programa (la pestaña “Administrar”) conduce a la parte de éste que permite visualizar, ordenar, catalogar, buscar y geoetiquetar (georeferenciar) las imágenes que se tengan guardadas. La segunda pestaña abre la ventana “Ajustar” donde se pueden hacer ajustes generales a las imágenes de forma sencilla y de manera muy intuitiva. La pestaña “Editar” es la que abre la función del programa donde, como puede inferirse de su nombre, pueden editarse y retocarse las fotos más acabadamente. Se puede navegar de “Editar” a “Administrar” y viceversa sin perder ni tener la necesidad de grabar las ediciones que se hubieran aplicado a una o a varias imágenes.


Hasta la versión 4 del PaintShop Pro, la forma para poder aplicar un filtro de degradado era bastante compleja y engorrosa. A partir de la versión 5 se agregó una manera y procedimiento más lógico vía Efectos > Efectos fotográficos > Filtro de degradado. La mejor forma de aplicarlo sobre una capa de ajuste será primero crearla (abrir y “Aceptar” para que quede la capa ya creada en “Capas”), luego “Resaltar zona de máscara” para poder visualizar la máscara, a continuación aplicar el filtro de degradado y una vez configurado, “Aceptar” para luego proceder a apagar la visualización de la máscara antes de volver a abrir la capa de ajuste (con un doble click sobre la misma) para ajustarla. El procedimiento es largo (es uno de los pocos casos en que el procedimiento equivalente en PhotoShop es mucho menos engorroso), pero puede automatizarse creando y grabando una “Secuencia de comandos” y otorga mucho control sobre el ajuste de los gradientes.

El PaintShop Pro permite visualizar como imágenes en pestañas los canales R, G, y B por separado pero no trabajar sobre los mismos de una forma en que lo que se pueda hacer, incida directamente sobre la imagen original. Pueden estas imágenes de los canales no obstante utilizarse por ejemplo para generar máscaras donde se esté trabajando para editar la imagen original y pueden recombinarse los canales separados para volver a generar una imagen RGB que se abrirá en una nueva ventana / pestaña.

El programa no permite como el PhotoShop trabajar en modo LAB, pero habilita como ya fuera referido a tildar un casillero para que la Mascara de Desenfoque (que se usa para incrementar la nitidez de las imágenes) sea aplicada sobre “sólo luminancia”. Vía "Ajustar histograma" (Ajustar > Brillo y Contraste > Ajustar histograma) o mediante una capa de ajuste "Histograma" se pueden manipular los valores de luminosidad de la imagen (al estilo como cuando se trabaja con "Niveles" pero sin afectar en simultáneo al color) actuando sobre la "Luminancia" (o se puede optar en cambio por operar sobre el Rojo, el Verde o el Azul).
Independientemente de los recursos mencionados  y como es dable hacer con los demás programas para editar imágenes sobre los que comentaré, siempre se podrá también superponer a la/s capa/s de imagen del proyecto en el que se estuviera trabajando, una capa de ajuste de “Curvas” o una de “Niveles” a la que se le confiriera un modo de mezcla “Luminancia” o “Color” según fuera que se quisiera conservar la luminancia o en cambio el color (respectivamente) representado en la capa de imagen por debajo de esa de ajuste cuyos parámetros fueran a manipularse.


Permite el programa regular / ajustar el nivel de transparencia / opacidad de las máscaras que sean agregadas a las capas de imágenes y permite también crear directamente (mediante un paso muy sencillo) una "capa de máscara" a partir de la "Luminancia de origen" de una imagen (que por supuesto, podrá luego asimismo ser invertida, contrastada, difuminada, editada, usada para generar una selección, etc..).

 

La alarma o sistema de visualización que nos brinda el programa para avisarnos si estamos quemando las altas luces o eliminando información de las sombras cuando manipulamos los controles de “Niveles” funciona solo cuando los ajustamos directamente sobre una capa de imagen o su copia pero no funciona con la Capa de Ajuste de Niveles (que a diferencia de la primera, posibilita una edición no destructiva tal que durante el proceso de edición se pueda volver indefinidamente a corregir los ajustes que se hubieran aplicado sin afectar la imagen en sí). De todas formas, esta limitación podría ser medianamente sorteada con la ayuda de una capa de ajuste con “Umbral” que se agregara y fuera activada al solo efecto de poder verificar visualmente cuándo es que, al manipular los controles de "Niveles", se estarían rebasando los puntos de corte que se hubieran establecido alternadamente en "Umbral" (por ejemplo, usando un valor de 254 para verificar las altas luces y luego un valor que bien podría ser 0 ó 1 para las sombras).


El PaintShop Pro se lleva bien con la mayoría de los plugins (complementos) para PhotoShop con extensión 8bf, incluso con los que son aptos para trabajar con archivos de imágenes de hasta 16 bits por canal. Además, permite importar y utilizar pinceles para PhotoShop ("PhotoShop brushes").

Si bien algunos de los ajustes que se apliquen pueden demorar una fracción de segundos en verse implementados (para varios de los filtros, al mover los "sliders" o controles deslizables, la respuesta a ese accionar no se va dando en simultáneo y el programa se toma un breve tiempo para hacer el procesamiento de que se trate) y este programa es uno de tantos que puede volverse algo más lento o incluso llegar a colapsar si se suman para la edición de un archivo de imagen pesado o para la edición de varias imágenes en simultáneo (lo que es posible hacer con él), demasiados layers (capas), máscaras y ajustes sobre ajustes (al menos cuando se lo esté usando en una computadora no demasiado potente con sistema operativo de 32 bits), si no se abusa de él, resulta muy eficaz al tiempo que amigable. Es un buen programa y es bastante completo. Pero por lo expuesto, recomiendo
a fin de ahorrar recursos de la computadora a quienes quieran usar este programa y no tengan una PC potente, que entre otras medidas que puedan tomar, reduzcan por ejemplo la cantidad de acciones (la que queda por default al instalarlo) que pueda recordar el mismo para deshacer y poder rehacerlas (vía: Archivo > Preferencias > Preferencias Generales del programa > Deshacer > Limitar deshacer/rehacer a).

 

Cabe aquí mencionar que con el PaintShop Pro se pueden también revelar archivos Raw. Es un poco limitado para esto pero lo que es capaz de hacer podría ser suficiente para el fotógrafo aficionado que prefiriera no tener que recurrir a más de un programa para ajustar o editar sus fotos y quisiera sacar en Raw y se conformara con no más que poder aprovechar las ventajas más básicas que el hacerlo puede brindarle (podrá por ejemplo compensar los valores de exposición y corregir el balance de blancos de sus Raw, para luego proceder a seguir corrigiendo y retocando sus imágenes en “Editar”).

 

Este programa puede ser instalado para que las leyendas en los menus se muestren en Castellano y posee manuales en este idioma, lo que puede representar una ventaja para muchos que puedan no llevarse bien con el Inglés (que es el idioma con que se manejan la mayoría de los demás programas).



Serif PhotoPlus
El Serif PhotoPlus tiene una interfase gráfica de usuario que es similar a la del PhotoShop (me hace evocar de alguna forma, en particular al PhotoShop CS3), en especial en lo que hace / respecta a la ubicación de los menús y sus sub-menús. También, la gran mayoría de los procedimientos y acciones se ejecutan, al menos desde donde puede alcanzar a verlo o percibirlo el usuario, de igual o similar manera y por supuesto, el PhotoPlus permite trabajar asimismo con layers (capas), crear máscaras, trabajar con curvas y/o niveles en los canales R, G y/o B, etc... Si bien podría sospecharse que trata el programa de parecerse o emular al Photoshop en muchos aspectos pero sin dejar por ello de ser más amigable, es un poco más limitado que este último y obviamente se presentan diferencias, aunque algunas de estas podrían considerarse irrelevantes. No obstante, creo que el PhotoPlus es un buen programa y es bastante completo también.

Desde el PhotoPlus se puede también abrir una suerte de sub-programa que se llama “PhotoFix” afectando a alguna capa de imagen o incluso a la de fondo. Cuando se lo haga, esa capa en cuestión se convertirá en una capa de filtro inteligente y se abrirá otra ventana (la de PhotoFix) donde se podrá aplicar a la imagen en edición una serie y combinación de correcciones y ajustes de manera similar a como cuando con el Corel PaintShop Pro se utiliza el entorno de trabajo que ofrece la pestaña “Ajustar”. Esto podrán interpretarlo algunos como una opción que brinda el programa para permitir que se puedan corregir las imágenes con mayor facilidad y de manera más intuitiva que si todo el trabajo se hiciera creando distintas capas de ajuste, pero PhotoFix no solo puede servir para lo mencionado, sino también para mucho más, ya que el layer que se afectará al disparar PhotoFix trabajará a modo de filtro inteligente de forma tal que podrá volver a abrirse tantas veces como se quiera durante el proceso de edición de la imagen original para rehacer o reacomodar de forma no destructiva, los ajustes previos que se hubieran hecho a la misma en esa capa mediante PhotoFix. Dentro del PhotoFix también se pueden crear distintas máscaras. Se puede abrir el PhotoFix creando una capa para el mismo por sobre otras capas de imagen que se hubieran creado y editado previamente o crear capas de ajuste por sobre la capa de PhotoFix, pero no he logrado crear dos sesiones simultáneas de PhotoFix para la edición de un archivo Tiff de 16 bits por canal. Es de suponer que con una computadora mucho más potente que la mía esto podrá hacerse porque no he tenido inconvenientes para crear dos o más sesiones para la edición de archivos jpg.

 

No tiene el programa ningún sistema de alarma (que no sea la mera visualización del histograma) para avisarnos cuándo es que estaríamos quemando las altas luces o eliminando información de las sombras al manipular los controles de “Niveles”. Como ya fuera comentado antes, esta limitación puede ser sorteada con la ayuda de una capa de ajuste “Umbral” ("Threshold") que se agregara por sobre la capa de ajuste de "Niveles" y fuera activada al solo efecto de poder verificar cuándo es que, al manipular los controles de "Niveles", se estarían rebasando los puntos de corte que se establecieran alternadamente en "Umbral".

 

Hasta la versión x5 el PhotoPlus tenía un problema, no era capaz de hacer que retuvieran los datos Exif los archivos Tiff de 16 bits por canal que con ese formato se guardaran. Esto fue corregido en la versión x6 (para que queden registrados los Exif, se debe exportar la imagen en lugar de guardársela como....).

 

La versión x6 del programa fue desarrollada para que trabaje más eficientemente con sistemas operativos de 64 bits. Si bien esta versión también trabaja con sistemas operativos de 32 bits, parece (me lo parece a mí) que ha terminado resultando para éstos y en particular cuando se trabaja con archivos tiff pesados, a diferencia de la versión anterior (que se me ocurre era además menos demandante en término de recursos de la computadora), algo inestable.

Los filtros, ajustes y efectos a los que da acceso PhotoPlus para poder editar las imágenes pueden ser aplicados (de similar manera a como lo admite el PhotoShop) sobre una capa (layer) que haya sido previamente convertida a modo de capa de filtro inteligente, posibilitando así que cuantas veces se quiera, podrá volver a abrirse para re-editar los parámetros que durante el proceso de edición de la imagen se hubieran establecido para el filtro, ajuste o efecto utilizado. Algunos efectos de la galería de filtros (como asimismo ocurre aunque con menos filtros, con el PhotoShop) son únicamente aplicables a imágenes de 8 bits por canal. Si bien PhotoPlus admite la utilización de varios plugins (complementos) para PhotoShop cuya extensión sea 8bf, solo lo hace si se trabaja en 8 bits por canal. Teniendo en cuenta lo expuesto e independientemente de que este programa no deja por ello de ser apto y una opción para editar archivos tiff de 16 bits por canal, quienes trabajen directamente con archivos jpg y por ende no se verían afectados por las limitaciones mencionadas, bien podrían considerar a este programa como una muy buena alternativa al Photoshop.

 

Apenas estaba terminando de escribir este artículo cuando Serif ya estaba sacando una nueva actualización del PhotoPlus a la versión x7, cuyo update todavía no he adquirido y por ende no he tenido oportunidad de probar. Entre otras mejoras que publicita Serif habría ahora incorporado a su programa, se incluye la posibilidad de trabajar además de en modo RGB y en HSL (como y para lo que se puede hacer bajo ese entorno de trabajo con todos los programas sobre los que estuve comentando, que asimismo lo tienen para manipular parámetros y valores de Hue o Matiz, Saturación y Luminosidad), también en modo Color Lab (que a diferencia del modo RGB, cuenta con un canal con la información sobre la luminosidad de la imagen y con otros dos con la información sobre los colores, permitiendo así operar para algunos ajustes con independencia de cada uno sobre los otros).

El Photoplus permite revelar archivos Raw y DNG y el medio de que dispone para hacerlo ha mejorado mucho con la versión x6 del programa (me parece algo mejor y es más completa la herramienta que ofrece para revelar Raw el PhotoPlus que la que brinda el Corel PaintShop Pro y permite crear y trabajar con máscaras). Pero hay un problema, Serif habilita a que puedan revelarse los nuevos formatos Raw que van surgiendo, generalmente en las oportunidades en que lanza a la venta una nueva versión de su programa y entretanto tiende a no ofrecer al efecto actualizaciones (updates) parciales o lo hace rara vez y no con la necesaria frecuencia.

Hay un programa de edición de imágenes gratis de Serif, el “PhotoPlus Starter Edition”. Este podría servir a quien quisiera probarlo para hacerse una somera idea de cómo ha de ser el PhotoPlus x6 o el más reciente x7, pero no puede ser considerada como un demo o trial del programa pago porque se trata de una versión ya antigua (creo que estaba basada hasta hace poco en la x3 y ahora en la x5) que tiene muchas de sus funciones o herramientas inhabilitadas.


Sagelight Image Editor
El Sagelight Image Editor ha sido desarrollado en forma unipersonal por Rob Nelson quien en su sitio web lo publicita diciendo que el programa hace que la edición de imágenes resulte con el mismo fácil e intuitiva. Según mi opinión adolece el programa de ambas virtudes (salvo que se limite uno a trabajar en "Quick Edit Mode" o modo de edición rápido) y en especial podrá parecerle poco intuitivo a quien ya se haya acostumbrado a trabajar con cualquier otro programas de edición de imágenes que no sea éste. Además, para sacarle el máximo provecho, convendría que quien lo utilizara tuviera o adquiriera algún conocimiento sobre las diferencias que se obtienen cuando se trabaja con formas de manejo del color distintas del sistema RGB (como ser HSL, HSB, C*I*E LAB, Hunter LAB, etc...) para poder aprovechar las opciones que al respecto brinda el programa. Pero se trata de un programa cuyo concepto es novedoso, que es muy versátil y potente para hacer algunas de las cosas en las que se luce, cuya interfaz gráfica de usuario es ciertamente atractiva y que se está vendiendo por el momento a un precio muy accesible (supuestamente hasta que lance al mercado su desarrollador una nueva versión “pro” con más funciones que las que ofrece la versión 4 que hoy está a la venta, separada de una versión “standard” más acotada).


El programa da acceso a diversos parámetros de ajuste, algunos de los cuales se encuentran aglutinados bajo grupos de funciones para la edición que pueden presentarse todas contenidas en una misma ventana o en otros casos mostrarse en varias que podrán abrirse disparándolas desde la principal. Cada vez que uno acepta / aplica las correcciones efectuadas para una función o para un determinado grupo de funciones aglutinadas (da un click con el botón izquierdo del ratón en “Apply”), todas las intervenciones que se hubieran hecho hasta el momento quedarán grabadas en una nueva suerte de capa (layer). Estas capas no son visibles a simple vista, para verlas hay que ir a Edit > View Undo History donde se puede copiar cualquiera de las que hubiera sido ya generada, para posicionarla al frente de la pila de capas (layers) y así poder luego fundirla en la proporción que se estableciera con la que estuviera por debajo o para dar algún grado de trasparencia también hacia la capa por debajo de las partes que se pintaran con el “Undo Brush” (que traducido significaría algo así como “pincel para deshacer”). También vía "Pro" > "Blend undo image layer" podrá establecerse (en "Merge type") el modo de mezcla o blending mode para las capas. Como podrá apreciarse, se trata de una forma o mecánica de trabajo que aquí se describe de manera sucinta y simplificada, a la que no estarán acostumbrados quienes ya hayan incursionado en la edición de imágenes usando otros programas.

El programa permite crear y trabajar con máscaras, a cuyos efectos ofrece, además de las usuales, varias novedosas e interesantes herramientas y se lleva bien con los plugins (complementos) para PhotoShop con extensión 8bf.


La herramienta para Clonar es poco versátil y no muy cómoda de usar. Aparte, no ofrece el programa (no con la última versión disponible a la fecha) la posibilidad de accionar comandos o regular parámetros de ajuste utilizando atajos de teclado, casi todo debe hacerse usando el puntero del ratón (mouse) en combinación con su botón izquierdo. Esta última limitación que se menciona restará comodidad y rapidez a los procesos de edición que puedan encararse en comparación con la que podrá lograrse con los otros programas mencionados.

Pero uno de los mayores problemas que tendría el Sagelight es que, dependiendo quizás del programa que se estuviera usando para la calibración de un monitor y/o de cual sea el sistema operativo en uso, no pareciera poseer al menos para todos los casos la capacidad de reconocer de forma automática el perfil
de color personalizado que se hubiera creado y asignado al sistema. No lo hace al menos con el que tengo asignado en mi equipo y definitivamente, no permite el programa de forma manual identificar y señalar el perfil de color personalizado para el monitor que debiera utilizar, como sí lo permiten hacer muchos otros editores de imágenes (por medio de la función para ello a la que se accede típicamente vía "Administración de Color" o "Color Management"). Quien haya usado un colorímetro para calibrar su monitor y haya asignado para el mismo el perfil de color ICC (por el International Color Consortium que promulgó sus estandares y que para el sistema windows será definido por un archivo con extención .icm por Image Color Management) que hubiera sido creado por el programa (software) correspondiente, podría terminar viendo las imágenes que abra con el Sagelight exhibiendo tonalidades de color distintas a las que debiera estar apreciando, sin contar con un medio para poder remediarlo. Quien no utilice perfiles de color ICC personalizados para su monitor (y quien no sepa a que me estoy refiriendo con esto es seguro que no los estará usando) no se verá afectado por esta limitación.


El Sagelight Image Editor, como todos los programas hasta ahora aquí mencionados, permite también revelar archivos Raw.


Otros programas para la edición y retoque de imágenes
He comentado sobre los programas para editar y retocar imágenes que, entre los que conozco, más me gustan, pero hay muchos otros más.

Está por ejemplo el Photo-Brush de MediaChance que no poseo pero he probado, que si bien más limitado, no me ha parecido sea un mal programa. No permite trabajar con layers (capas) pero sí ofrece cantidad de herramientas para la edición de imágenes del tipo de las que suelen llamarse “profesionales”, permite crear canales para máscaras, permite trabajar en color LAB, soporta plugins (complementos) para PhotoShop y se puede con este programa convertir archivos Raw. Pero si bien no deja de presentar algunos atractivos, me parece un poco caro considerando la más limitada cantidad de prestaciones que ofrece en comparación a los otros.

También están PhotoLine que no pareciera a primera vista ser muy amigable ni intuitivo y si bien pago se estaría vendiendo a un precio bastante accesible y GIMP que goza de buenas críticas y reviews y es de código abierto y gratis. No los he probado así que no comentaré en particular sobre ninguno de ellos.


Conclusión

Quien haya tenido la paciencia y tenacidad suficiente como para haber alcanzado a leer todo este artículo y haya logrado llegar hasta aquí, si antes ya así no lo pensaba, quizás termine ahora por acordar conmigo en que para editar fotos y para una gran variedad de tipos de fotógrafos, existen alternativas al PhotoShop. Cuál programa o combo de programas alternativos podría resultar mejor y/o más apto, dependerá de las necesidades, aspiraciones y forma y flujo de trabajo de cada quien.

Afortunadamente son hoy muchos los fotógrafos aficionados y varios los profesionales que recurren a otros programas distintos de PhotoShop para editar sus imágenes. En tanto esto siga así ocurriendo y se sigan comprando (se siga pagando por) esos programas, se mantendrá viva una sana competencia, lo que es de esperar redundará en que los desarrolladores de todos los programas, incluido Adobe, habrán de seguir agregando mejoras y nuevas funciones a sus productos y se verán forzados a mantener o a acomodar sus precios para no apartarse en demasía de lo que pudiera representar una relación razonable entre lo que pretendan que se pague por ellos y cual pueda ser la verdadera calidad y eficiencia de lo que están ofreciendo a la venta.


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